Resulta ser que en Panamá todos quieren ejercer el periodismo: el aseador, el taxista, el vendedor de 'raspao', el abogado, el doctor, el maestro, el arquitecto, el policía. Según dicen que coartarles ese derecho es ir contra la libertad de expresión y contra los derechos humanos. Si es así, entonces olvidémonos de la carrera de periodismo, quedará abolida, ya que estableceremos de ahora en adelante que cualquier ciudadano libre podrá ejercer el periodismo con o sin licenciatura y no importa si desconoces sobre redes sociales y ni siquiera si sabes lo que es un 'Smartphone' . Sin embargo, las cosas no se pueden apreciar de modo tan simplista, porque para ejercer el periodismo se requiere vocación, don de servicio, de pedagogo, de conocimientos históricos, de grandes batallas épicas, sobre guerras e ideologías, pero no hacer referencia sobre que vistes tal película, etc, y que por eso es que sabes de historias sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Váyase a la Universidad de Panamá, o la de La Habana, Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, o cualquiera otra con categoría y comprenderá la importancia de un periodista cabal, titulado y con maestría. Atrás quedaron los empíricos. Hoy día no se puede aceptar, es inconcebible que en un mundo globalizado existan los 'escribidores', personas de corta visión que aprendieron a redactar cajoneramente. Ejemplo de una redacción cajonera (hay muchas y no es mi intención de dar clases de periodismo aquí): veamos lo cajonero: "El corregimiento de Juan Díaz celebró con mucho entusiasmo y alegría la independencia de Panamá de España". Por amor de Dios ¡Qué pueblo no celebra con alegría y entusiasmo su independencia". Otra más: "El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, dijo que.... Allí los dejo con esa.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Hay periodistas y periodistas o ¿escribidores?
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Bendiciones!