¡Memorable día en Portobelo!
Así mismo es. El Naza me dijo que cuidara a mi niña amada y a mis amigos. ¿Si o qué Naza? |
Fotos: Julio Urdaneta, Irma Rodríguez y mias.
No se precisa el cómo y por qué, pero lo cierto es que un 21 de octubre de 1658 llegó el Cristo Negro para derramar su amor a un pueblo tan sufrido como lo es hoy día Colón.
Ya le pedí al Naza lo mío y para "mis seres queridos". |
Tuvimos la oportunidad de visitar al Naza: Irma, Julio, Auxiliadora (mamá de Julio) y yo, en un día fresco en donde el cielo le dio por llorar durante el transcurso de la tarde, tal vez porque ya nos retirábamos del lugar, seguro no quería que nos fuéramos.
Allí pedimos todas las cosas que un ser humano devoto y con fe puede solicitar a Dios, específicamente al Cristo Nazareno. Esperamos que se nos cumpla lo pedido, porque así, pues, tendremos que ir a visitarlo nuevamente, y por supuesto, de manera discreta, ya que sería arriesgado visitar el lugar en pleno apogeo, cuando miles de devotos de dudosa reputación lo veneran y no vaya ser que caigamos en las garras de la ociosidad de un “cristiano” puñal en mano.
Y es que algunos críticos lo llaman “el Cristo de los maleantes”. Pero, como sea, el Naza irradia poder y no creo que sea condescendiente con aquellos que justifican la maldad para sus propósitos egoístas y oscuros.
Tómame una foto aquí...! |
Julio y Auxiliadora en la estatua del sonero mayor Ismael Rivera, en la entrada de Portobelo. |
El Naza no mira con buenos ojos al delincuente, el Naza los aparta, porque no hace mal, sino que los aleja, así cuando se pide a San Alejo que nos aleje de los enemigos, la maldad y malos pensamientos. En fin, es el Naza, el Cristo de un pueblo sediento de fé. Ya lo dijo el cantante salsero Ismael Rivera, ferviente devoto de su “Negrito Lindo de Portobelo” cuando cantaba así:”El Nazareno me dijo que cuidara a mis amigos”.