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¿Cuántos no hemos visto el qué bien nos tratan estas personas? y expresamos: ¡qué linda gente!
Del hogar y de la manera de cómo fuimos criados y educados, surge una buena sociedad, un buen país.
Expresamos la importancia de la relación de Papá y Mamá con los hijos. Sin embargo, las circunstancias exógenas a la familia, por ejemplo, el trabajo e incluso infidelidades de la pareja resultan en una bomba de tiempo que deteriora la psíquis de los hijos, debido a que surgen los problemas y por ende en la mayoría de los casos hablamos de familias disfuncionales.
Un hogar donde hace falta un Padre o una Madre, los hijos tienden a crear problemas en la mayoría de las veces. Cierto que hay excepciones. Todo es relativo. Pero lamentablemente hay problemas que se deben atender y heridas que esperan ser cicatrizadas con el tiempo.
En hogares donde las condiciones económicas son precarias, el asunto es peor. Imaginemos este cuadro: Un padre que se marchó de la casa, abandona a la mujer que a duras penas sobrevive con un escuálido salario. El peor del salario mínimo B/.250.00 por mes. El hijo un adolescente que aprendió acciones violentas de su padre quien consumía drogas y alcohol se siente bien recibido por otros iguales que él. Ellos pertenecen a las pandillas y ya ustedes saben el resto de la historia.
¿Y qué hay de la niña? La niña aprende las malas maneras de sus "amiguitas" del barrio y cae en eso de "la presión de grupo", pues aupadas por la venenosa publicidad de la televisión en cuando a moda, se mete a puta con la excusa de ayudar en el hogar y en otros casos se dedica a la venta de estupefacientes. Tal vez hace ambas cosas. Triste vida donde llega a conocer a alguien de su penoso mundo. Otro delincuente. La pareja tienen hijos y otra vez se inicia el calvario, el círculo vicioso de nunca que parece nunca acabar.
Esta situación existe en lugares de personas pudientes y alto poder adquisitivo. Y es peor: La carroña de la sociedad, donde juran y creen que con dinero tiene el mundo a sus pies y pueden comprar cualquier cosa como todo un sistema social y apostar por lo que consideran un buen candidato presidencial.
El asunto no se nota mucho, porque viven en lugares lujosos, son muy discretos, pero igual son tan carroñosos como cualquier pobre malandro de bajo estracto social.