miércoles, 31 de julio de 2013
Todo sube, nada baja
Cada gobierno a partir de 1990 tenía su librito y receta económica de
acuerdo con los lineamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial. Todos esos gobiernos imprimían en menor escala su
sello fiscal, aumentar impuesto de esto, aquello y lo otro, lo que
resultaba casi imperceptible para el panameño de a pie. Pero todo, poco a
poco subía de precio. La comida, la luz, la ropa, la eduación, la
salud. Todo. Transcurrieron gobiernos con sus libritos de economía y
cada cual hizo lo que les venía en gana hasta que llegó este último
gobernante. La vida subió. Vivir se ha encarecido en Panamá. No
comprendo cómo personas de bajos recursos económicos se lanzan a tener
hijos como conejos. Hasta para tener perros hay que pensarlo mil veces.
Con un ser humano en el vientre las cosas se ponen peor. Los padres
tendrán que dejar sus gustos y placeres, sacrificarse por los hijos. Ya
eso no es vida. La gasolina sube de precio, los comerciantes usan ese
pretexto para subir los costos, el gobierno impone nuevos impuestos, la
educación cuesta, enfermarse en este país es un lujo. Cada 15 días cuando
se cobra el salario y se va a los súpermercados (tiendas, almacenes,
bodegas, es decir, comercios donde la gente va a comprar comida y otras
utilidades) los precios van hacia arriba. Todo se encarece cada vez más.
Todo se vuelve asfixiante. Por lo pronto nos queda resignarnos y tratar
de hacer malabares para poder sobrevivir holgadamente. Aliarse a
parejas a fines con los mismos intereses con el mismo estatus económico
para poderse apoyar mutuamente. Rezar, orar, pedirle a Dios que siempre
haya los realitos para poder comer y pagar nuestras deudas. Amén
Un pésimo jefe en la sala de redacción
El jefe |
Lo que sucede en algunas salas redacciones de un periódico es tan frío, triste y distante de la gente, donde las interioridades son ignoradas por muchos. ¿Qué se esconde detrás de un periódico? En ciertos casos directores, editores y uno que otros jefes de lo que sea con delirios de grandeza, periodistas con ganas de aprender más, pero son subestimados y maltratados sicológicamente, ya sea para forzarlos a que renuncien ó que aprendan a la pedrada. La mayoría de estos editores están como tales por mera suerte, pues, no han estado lo suficientemente en las calles en busca de la información ni han realizado investigaciones a profundidad de los diversos temas que aquejan a la sociedad como corrupción, inseguridad ciudadana, etc y mucho menos les gusta interactuar en las redes sociales. (Ver post anterior
http://bit.ly/17inPDF
).
Los editores o jefes encargados de la redacción tienen múltiples características en torno a su vida privada que se ve reflejada en el trato que les dispensa a sus subalternos. Todos hemos escuchado hacer referencias al pasado oscuro de ciertos directores de medios de comunicación, y por ende, su jefatura han sido de las más tediosas y eso lo puede confirmar aquellos que saben bien a quiénes me refiero. Por ejemplo ¿Qué pensaría usted de un director suicida, o de alguien que esgrimió un arma y que por accidente hubo pérdida de vida, o aquél que tuvo una infancia execrable? Son cosas que se debe examinar, pues nada mejor que escudriñar al personal que se piensa designar a estos puestos gerenciales. Esto es con los dueños de las empresas periodísticas. Así pues, hay miles de temas para abordar sobre lo que hay detrás de las redacciones locales. http://bit.ly/17inPDF
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