
"Condenadme, no importa, la historia me absolverá", Fidel Castro
Tema musical: Una palabra (by Carlos Varela)
El sol y los vientos alisios del norte peinaban al pequeño istmo que une a las dos Américas y la internacionalista, a quien llamaremos Guanajaira, al fin cumplió sus sueños anhelados: salir de Cuba.
Tema musical: Una palabra (by Carlos Varela)
El sol y los vientos alisios del norte peinaban al pequeño istmo que une a las dos Américas y la internacionalista, a quien llamaremos Guanajaira, al fin cumplió sus sueños anhelados: salir de Cuba.
Buscaba ayudarse, pero sobre todo a su familia. Tuvo un hijo con Reinert y parecían ser la familia feliz. Hasta que un día, comenzó a enviar cartas a su mamita Rigoleta, que estaba aun en el paraíso tropical, porque sentía que no podía ayudarlos.
En una de esas cartas expresaba lo siguiente: “con este cuerpo me puedo conseguir a cualquier millonario”. Ella lo decía porque tenía cuerpo de una ‘teeneger’. Y con eso de querer conseguir trabajo, lo encontró gracias a una perra isleña. Su oficio hacer ‘table dance’ en ‘Le Palace’. Le hacía strep-tess a viejos millonarios. Halló lo que buscaba.
Tema musical: Tu Cárcel (By Marco Antonio Solis)
El señor Don pomposo Méremerito Sinforoso Benedicto VII, multimillonario cagón de cuatro esquinas y a quien le gusta romper foninos de cualquier cosa que tenga Cri-K, se adueñó d
e la mujer de Reinert. Se la singaba por el ‘chiquitito’ todo el tiempo que quería, pues la perra de la isla, o sea, su amiga, era la alcahueta.

Le puso un apartamento y le hacía poner toda clase de lencería, pero más bien, la uniformó con medias y ligas de encajes color blanco. Era un ser depravado. Aquel era ‘candela’. Tenía varias mujeres y ya había matado a una, porque aquella decidió dejarlo e irse con un hombre joven. ¡Qué vida le dio a la cubana de su vidaza!: alcohol, sexo desenfrenado y de la forma más depravada, enfermedades venéreas de toda clase y droga. ¡Qué porquería!
Tema musical: Como los peces (by Carlos Varela)
Mejor los dejo ahí porque me voy a vomitar por lo volátil que tengo mi imaginación.
pd: Ya no habrá más cuentos de la Internacionalista, porque cada vez que escribo esto, termino llamando a Hugo: Uuuuuuhhhgooooooo......Uuuuuhhgooooo.....! (efecto de sonido cuando uno vomita...jejejejeje...)