
Somos esclavos y siempre lo hemos sido. Sólo la estúpida masa obrera festajan sin sus desorodantes puestos la muerte de quienes una vez defendieron sus derechos por allá en Chicago. Recordar este día 2 de Mayo, es sabernos como simples esclavos que por un plato de comida serìamos capaz de limpiarle el culo al capataz o al Jefe, el que se adueña de la plusvalía del trabajador. Somos esclavos recuérdenlo. Ahogados en deuda, vivimos para recibir nuestras quincenas, pagar deudas y alimentar con nuestro sudor a los pocos de mocosos que a duras penas se puede mantener. Y amén de que te lo quieran quitar todo por una puerca pensión alimenticia. ¡Qué viva la esclavitud moderna!