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El Sr. Pazguato y su mujer la Manda Más |
Mujeres osadas de todos los calibres y por supuesto tenemos hombres bárbaros, descarados con "buco" estómago, ya que no tienen asco de acostarse con una vétera. Las relaciones de parejas son difíciles. Hay hombres sumisos porque las que mandan en la casa son ellas: tienen pantalones y la plata. Son hombres pazguatos. Tenemos además viejas pendejas que aguantan al marido porque ellos son los que manejan el billete, los que ponen en la casa, la ponen a "Vivir", porque todo esto va acompañado de insultos, griteríos de nunca acabar. Por supuesto que la Doñita no trabaja. ¿Cuál tema prefieren que desarrollemos?
El hombre pazguato (o sea pendejo)
Es aquel hombre que aparenta ser un bravucón. Habla alto en raras ocasiones para que todo el barrio lo escuche. Pero si observamos bien: En la casa donde vive todo es una aparente quietud, pues, la que manda es la mujer, poseedora de la casa y un carro. Ambos tienen dos niños y con justa razón la mujer mantiene al pobre infeliz al trote, porque si no hace las cosas como ella manda lo echaría a la calle y encima de quedar sin techo donde vivir tendría que trabajar como burro para pagar casi de por vida las pensiones alimenticias de las "criaturitas". Así describimos al hombre pazguato, que por no tener su propia casa se encuentra a la merced de que sea maltratado por su cónyuge. Pero no se preocupe, no todo es malo en las relaciones de parejas. Lo más razonable es que si te casas procuren compartir la hipoteca de la casa y que cada cual tenga sus vehículos a motor para no estar pendiente de "cuándo vendrán por mí" al momento de salir del trabajo. Hay excepciones, nada es absoluto. Un día de estos escribiré sobre la pareja feliz. ;)