Hambre y sed, hombre carente de todo lo básico tras el devastador terremoto de Chile de 8,8 en la escala de Richter del pasado sábado 27 de febrero.
Esta situación ha puesto en aprietos a miles de chilenos que desesperados ante la ayuda inmedianta se vieron obligados a recurrir al saqueo. Cierto que como en otros países existe el 'juega vivo' y muchos van en busca de televisores plasmas y otras cosas suntuarias. Pero cómo saber lo que uno hace ante la desesperanza y la ignorancia, el pensar que el mundo está por acabarse.
No creo que el trato que se le dispensó a este pobre ciudadano de la patria de O' Higgins era el justo ante su desesperación. Nos recuerda los días célebres de la patria de Pinochet (que el Diablo lo tenga en su gloria).
De todas formas había que proteger el comercio capital. Pensemos mejor que éste individuo chileno es un peligroso delincuente requerido por la policía de la localidad de Concepción. ¿O no? ¿Ustedes que piensan?