“Hey bien Carlos”, esa fue la despedida que sorprendió a una dulce mujer que me acompañó a verlo un mes de febrero de un año cualquiera en la vieja Casona, del barrio de San Felipe.
Varela hizo alusión a las viejitas que visten de blanco en Cuba, pero que no son Yorubas, porque en el Gobierno de Castro, dicen algunos que no la dejan expresarse libremente y dijo que el delincuente Guillermo Fariñas, que está dizque en huelga de hambre, debe ser escuchado con respeto.
Varela a su llegada en el aeropuerto de Miami dijo que "Nunca me han gustado los actos de repudio dentro y fuera de Cuba. Creo que es algo que deberíamos borrar de la memoria de los cubanos''.
Así pues, el cantante aprovechó para robarse el ‘show’ entre los periodistas de Miami para derramar cualquier cantidad de pensamientos sobre su Isla, elogiando las gestiones de la Iglesia Católica, para que estas señoras vestidas de blanco, cuyos esposos están presos, puedan salir libremente a protestar contra la llamada ‘dictadura’ castrista.
Varela dijo algo así de que hay que despertar la voluntad de mirar a que Cuba se abra el mundo y de que el mundo se abra a Cuba.

Pero, pienso que Cuba está abierta al mundo desde hace muchos años, siglos, desde la llegada de los españoles. Miren no más la cantidad de turistas que llegan a esa isla caribeña, que por cierto, todo está caro y es que el gobierno requiere recoger dinero para poder llevar educación y salud a ese pueblo digno.
Hablar de Cuba, es una pasión, porque conocemos su gente, su historia y sus hermosos paisajes. Además que representa un ejemplo de dignidad que todos debemos imitar. ‘Hey bien Carlos’ nos pillamos en Panamá, donde realmente aquí hace falta que no sólo las viejitas, sino la población entera se vistan de blanco, porque la maleantería no se aguanta.