
Pie de foto: En estos momentos mientras que una cubana vergaja come 'mielda en Panamá', un humilde cubano de verdad en su Cuba natal, prepara un lechón pa' el familión.
por haberse enterado de que también los disfruta el actual marido de su antigua historia de pasión, informa hoy el diario Yediot Aharonot.
Acá nuestro millonario de marras no le pedirá nada a su ex amante, porque ésta como era estúpida, nunca logró quitarle nada al Viejete de cojones arrugados y eso que le parió varios 'come arroz' para garantizarse una jugosa pensión. Pero el Viejo al final le quitó los niños: así que se quedó sin Juana y Chana. Veamos lo que dice esta nueva historia que me recuerda a alguien en particular que vive en Panamá comiendo 'mielda', porque le gusta la 'mielda panameña'.
Un lujoso apartamento con vistas al mar en Netanya (noroeste de Israel), un anillo de diamantes y una notable obra de arte original son algunos de los presentes que Riklis ofreció a su despampanante rubia y que ahora quiere de vuelta. (El millonario de marras sólo le ofreció a su ex amante una serie de juego de lencería color blanco y cocaína por montón para que se volviera loca cuando hacían sus cochinadas.)
"No puedo quitarle el título académico por el que pagué o la buena vida que le di, pero mi corazón no puede soportar que se quede un apartamento que compré para ella y diga a todo el mundo: 'Pesqué un pez gordo y estúpido como Riklis'", confiesa al rotativo el empresario, de 87 años.
"Le compré un bonito reloj con diamantes que valía 10 mil dólares, un bonito anillo de diamantes que ascendía a unos 40 mil o 50 mil dólares... pero lo más preciado que ella me ha costado es mi corazón. Todas las otras cosas son pequeñas en comparación", agrega.
El multimillonario permitirá, en cambio, a su ayer amada y hoy odiada quedarse con un coche que le regaló. (Esta mujer fue astuta; por lo menos se quedó con un carro.)