
Juancho, al que le quitan una pensión alimenticia de la ‘phutam mhadrem’ (está en Alemán) viaja en esa ‘trampa de muerte’ 4 horas cada día, o sea, dos para ir a su trabajo y dos para regresar ‘vuelto leña’ a su casa.
En esa ‘nave del horror’ respira el aire viciado de casi un centenar de cuerpos con todos tipos de olores, desde perfume barato hasta la más nauseabunda pestilencia bucal o nalgal. ¡Carajo…ustedes no saben el esfuerzo que uno tiene que hacer para no inhalar ese coctel de olores, sobre todo en días lluviosos cuando al mamarracho del chofer, sin aire acondicinado, cierra todas las ventanas para que ningún pasajero se moje. ¡Ahh qué buen chofer!
Encima de todas esas ‘cochinadas’ Juancho se aguanta toda clase de música populachera al estilo de la Bachata, Vallenato y una vaina que inventaron los pa

Juancho hastiado de la situación tiene que soportar más. Y es que ve cómo una cucaracha atenta contra él al tratar de entrar al bolsillo de su camisa. (Hey el Man anda dizque encorbata’o y apenas tiene para el raspa’o, porque trabaja en un pinche periodiquito de muertos y tiene al mismo tiempo que vérselas con un jefecito que ta más ponchi que una cabra. Adivinen quién es, y si aciertas, te ganarás un paseo en Diablo Rojo desde la Plaza 5 de Mayo hasta Chepo…Jejejejejejee)