Hasta cuándo esta lucha, donde la podredumbre insiste una y otra vez de verte caido para safisfacer ese morbo infernal que los corroe por dentro? Van a la Iglesia, rezan el Padre Nuestro y el Ave María sin medir palabras y repitiéndolas como 'papagallos' pensando que así tendrán una vida más llevadera y cómoda, que así podrán tener la suerte de ganarse dádivas, de tener un ascenso en el trabajo y presumiendo que les irán bien en sus transacciones comerciales, si acaso lo tienen, en fin, obtener gratuitamente dividendos. Pobres seres que hablan de lo espiritual, imaginando que es un dogma que regala avales al hombre y a la mujer para estar bien con Dios y sobretodo con sus míseras conciencias. ¡Así no se puede! Esas gentuzas son las que tiran indirectas cuando se está en grupo, habla con doble sentido las cosas y nunca son directos, porque al fin y al cabo son cobardes. Y en caso de dirigirse a uno, son incapaces de mirarte fijamente a los ojos. ¡Al Diablo con los fariseos..!
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Bendiciones!