Estimado Raco
Muchas Felicidades le desean en este 17 de diciembre, día de San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- los integrantes del Ilé Osha Adé Yerí y del Proyecto Orunmila. También le agradecen su confianza en el Portal Proyecto Orunmila y el interés por los temas que allí se exponen.
San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- para el individuo marca los límites de lo promiscuo, lo nimio, que en nada contribuye al fortalecimiento del carácter de la persona. A la vez impone la necesaria medida ante las ambiciones y egoísmos. Invoca la bondad y la humildad con las que se facilitan los medios para adquirir las cosas que conducen al desarrollo material. Impone riguroso cumplimiento de los compromisos contraídos y de las promesas.
Es una energía o fuerza que irradia a la persona a aprender solo. Por su natural carisma sus hijos son líderes de masas o personas rodeados por la gente que observan lo que hace.
Impone una medida de prudencia en las relaciones sexuales mediante la cual el individuo se respeta a sí mismo, respeta el escenario donde está ocurriendo el suceso y al individuo que con él lo comparte.
Asowano representa a los espíritus de milagrosos misioneros de salud que son a los que se acude ante la muerte que causan las enfermedades contagiosas y las pandemias, particularmente las enfermedades de transmisión sexual.
Raco deseamos que San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- lo irradie con esa fuerza que lleva al desarrollo y al bienestar en su entorno, que alcance las metas de su vida en un ambiente sano y de decoro. Que logre sus anhelos interrelacionándose con las personas con esa bondad que hace brotar las buenas acciones reciprocas. Que a la hora de los reclamos contra los que te han sido injustos, actúes con sabiduría, humildad y que contengas la ira. No seas implacable ni hagas uso de la fuerza desmedida contra un semejante. Que siempre te acompañe un misionero del viejo en el que hacer de la vida.
Así lo imploro yo, Ernesto Valdés Jane, Babalosha Adé Yerí, Omó Oduduwa Akualosiña, Ajú Shakuata Asowano Omó Asoyi, Omó Olokun Angana Ekún, ante el Ángel de mi Guarda Obatalá Oshagriñán y mi madre de Osha, Oshún Ibú Ikole.
Ashé.
Muchas Felicidades le desean en este 17 de diciembre, día de San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- los integrantes del Ilé Osha Adé Yerí y del Proyecto Orunmila. También le agradecen su confianza en el Portal Proyecto Orunmila y el interés por los temas que allí se exponen.
San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- para el individuo marca los límites de lo promiscuo, lo nimio, que en nada contribuye al fortalecimiento del carácter de la persona. A la vez impone la necesaria medida ante las ambiciones y egoísmos. Invoca la bondad y la humildad con las que se facilitan los medios para adquirir las cosas que conducen al desarrollo material. Impone riguroso cumplimiento de los compromisos contraídos y de las promesas.
Es una energía o fuerza que irradia a la persona a aprender solo. Por su natural carisma sus hijos son líderes de masas o personas rodeados por la gente que observan lo que hace.
Impone una medida de prudencia en las relaciones sexuales mediante la cual el individuo se respeta a sí mismo, respeta el escenario donde está ocurriendo el suceso y al individuo que con él lo comparte.
Asowano representa a los espíritus de milagrosos misioneros de salud que son a los que se acude ante la muerte que causan las enfermedades contagiosas y las pandemias, particularmente las enfermedades de transmisión sexual.
Raco deseamos que San Lázaro -Babalú Ayé, Asowano- lo irradie con esa fuerza que lleva al desarrollo y al bienestar en su entorno, que alcance las metas de su vida en un ambiente sano y de decoro. Que logre sus anhelos interrelacionándose con las personas con esa bondad que hace brotar las buenas acciones reciprocas. Que a la hora de los reclamos contra los que te han sido injustos, actúes con sabiduría, humildad y que contengas la ira. No seas implacable ni hagas uso de la fuerza desmedida contra un semejante. Que siempre te acompañe un misionero del viejo en el que hacer de la vida.
Así lo imploro yo, Ernesto Valdés Jane, Babalosha Adé Yerí, Omó Oduduwa Akualosiña, Ajú Shakuata Asowano Omó Asoyi, Omó Olokun Angana Ekún, ante el Ángel de mi Guarda Obatalá Oshagriñán y mi madre de Osha, Oshún Ibú Ikole.
Ashé.
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