General Manuel Antonio Noriega, mis saludos y respeto. Pero qué frágil te ves! Recuerdas cuando gozabas del poder con toda tu prepotencia y arrogancia? Bueno, supongo que es típico de los militares cuando están gobernando. ¿Por qué no enfrentaste a la muerte como Salvador Allende, El Che, Gaddafi, Hussein o como Cristo. ¿Qué es mejor? ¿No resulta pertubador ser recordado como un cobarde, en vez de mártir? Me pregunto qué será de tus supuestos amigos. Sí, esos políticos y ahora empresarios que gozaron de las mieles del poder y que aún siguen gozando? Me contaron que eres, ahora, religioso. Fuiste agente de la CIA, y mira cómo te pagaron. Así paga el Diablo a quién le sirve, al menos, eso te quedó bien claro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bendiciones!