LA HABANA, (EFE).- La empresa cubana de productos biológicos Labiofam anunció en La Habana que ha concluido las investigaciones para el próximo registro sanitario y comercialización del medicamento "Vidatox", una terapia para tratar el cáncer basada en las propiedades del veneno de alacrán.
Los científicos cubanos han verificado que la toxina del veneno del alacrán Rophalorus Junceus, endémica de Cuba, tiene "un efecto analgésico, antiinflamatorio y antitumoral", según explicaron Pavel Pizart e Isbel González, director general, y responsable de investigaciones de Labiofam, respectivamente.
Desde hace más de quince años este empresa cubana, dedicada a producir vacunas y otros medicamentos, ha estado investigando para demostrar la efectividad de un tratamiento contra los tumores con el empleo de la toxina del alacrán.
Según los especialistas, Labiofam prevé para antes de finales de este año la comercialización de un millón de dosis de "Vidatox", en su versión homeopática para administrar en gotas sublinguales, y prepara otra formulación del medicamento de tipo natural (tratado sin aditivos) para tratar por vía oral a los pacientes.
González indicó que durante las investigaciones han aplicado a más de 10.000 pacientes oncológicos, unos 3.500 extranjeros y el resto cubanos, el tratamiento "con resultados positivos", sobre todo para mejorar su calidad de vida, y se ha detenido el crecimiento del tumor.
Los tratamientos han incluido a pacientes con cáncer en el pulmón, cuello del útero, próstata y páncreas, entre otros.
La toxina se extrae mediante estímulos eléctricos al alacrán y cada animal puede aportar 0,02 mililitros del veneno, equivalente a dos o tres gotas, al realizar el ordeño.
En este momento hay trece criaderos de alacranes instalados en trece provincias de Cuba y en cada uno viven como promedio unos 5.000 animales.
La científica isleña también indicó que ya han caracterizado y aislado los principios activos presentes en el veneno del escorpión, que son cinco proteínas de bajo peso molecular con "una acción antitumoral muy potente, marcada y selectiva sobre células tumorales".
"En estos momentos se trabaja en el aislamiento de estos péptidos (proteínas) con vistas al desarrollo de nuevos fármacos tanto por vía sintética como biotecnológica", añadió.
En ese sentido precisó que esa es la principal diferencia del veneno del alacrán cubano con relación a las especies que habitan en otros países como México o China, donde también se usa para similares tratamientos.
Desde hace una década el laboratorio Labiofam, dedicado a producir vacunas y otros medicamentos, trata de demostrar un tratamiento contra los tumores con el empleo de la toxina del alacrán.
Los científicos cubanos han verificado que la toxina del veneno del alacrán Rophalorus Junceus, endémica de Cuba, tiene "un efecto analgésico, antiinflamatorio y antitumoral", según explicaron Pavel Pizart e Isbel González, director general, y responsable de investigaciones de Labiofam, respectivamente.
Desde hace más de quince años este empresa cubana, dedicada a producir vacunas y otros medicamentos, ha estado investigando para demostrar la efectividad de un tratamiento contra los tumores con el empleo de la toxina del alacrán.
Según los especialistas, Labiofam prevé para antes de finales de este año la comercialización de un millón de dosis de "Vidatox", en su versión homeopática para administrar en gotas sublinguales, y prepara otra formulación del medicamento de tipo natural (tratado sin aditivos) para tratar por vía oral a los pacientes.
González indicó que durante las investigaciones han aplicado a más de 10.000 pacientes oncológicos, unos 3.500 extranjeros y el resto cubanos, el tratamiento "con resultados positivos", sobre todo para mejorar su calidad de vida, y se ha detenido el crecimiento del tumor.
Los tratamientos han incluido a pacientes con cáncer en el pulmón, cuello del útero, próstata y páncreas, entre otros.
La toxina se extrae mediante estímulos eléctricos al alacrán y cada animal puede aportar 0,02 mililitros del veneno, equivalente a dos o tres gotas, al realizar el ordeño.
En este momento hay trece criaderos de alacranes instalados en trece provincias de Cuba y en cada uno viven como promedio unos 5.000 animales.
La científica isleña también indicó que ya han caracterizado y aislado los principios activos presentes en el veneno del escorpión, que son cinco proteínas de bajo peso molecular con "una acción antitumoral muy potente, marcada y selectiva sobre células tumorales".
"En estos momentos se trabaja en el aislamiento de estos péptidos (proteínas) con vistas al desarrollo de nuevos fármacos tanto por vía sintética como biotecnológica", añadió.
En ese sentido precisó que esa es la principal diferencia del veneno del alacrán cubano con relación a las especies que habitan en otros países como México o China, donde también se usa para similares tratamientos.
Desde hace una década el laboratorio Labiofam, dedicado a producir vacunas y otros medicamentos, trata de demostrar un tratamiento contra los tumores con el empleo de la toxina del alacrán.
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