Muchos en el mundo conocen la labor de Yoani Sánchez. Varios medios de prensa se han encargado de "fabricar" y dar cobertura a esta bloguera que una y otra vez, desde La Habana, enfrenta, critica y maldice al gobierno cubano. Nadie conoce a una niña llamada María Fernanda Martínez. Yoani Sánchez es una bloguera. María Fernanda es mi hija y la única similitud entre ellas es que ambas viven en Cuba.
María tiene apenas 10 años y, como casi todos los niños de su edad, está en sexto grado. Pienso en mi hija porque en su blog, Yoani Sánchez escribe una y otra vez sobre la violación de los derechos humanos en Cuba. Incluso en una de sus últimas "apariciones" señala que de Estados Unidos -de sus turistas- pueden llegar a Cuba no sólo las bermudas, las cremas solares y los maletines... sino también la libertad. Ni más ni menos: dice Yoanis Sànchez que la libertad puede llegar de Estados Unidos.
Quizás olvidó -o no lo sabe, o no le interesa- que en Estados Unidos muere un niño cada tres horas por heridas de bala. No imagina Yoanis Sánchez con qué tranquilidad los padres cubanos dejamos, cada mañana, a nuestros hijos en la escuela.
Pero el mundo conoce a Yoani Sánchez y no a María Fernanda... y digo María para utilizar un simbolo, porque pueden ser Carlos, Inés, José, Claudia... pueden ser todos los niños de la isla.
No he leído en el blog de Yoanis Sánchez que en Estados Unidos mueren, por heridas de bala, casi tres mil niños al año. Eso significa que fallecen unos 200 niños al mes, más de 55 por semana y aproximadamente 8 niños al día, o sea: un niño cada tres horas. Y Yoani Sànchez sueña con la libertad de Estados Unidos.
La Sánchez no habla de la tranquilidad de los padres cubanos. No dice que vamos a la escuela y que luego, al salir para nuestros trabajos, prácticamente nos "olvidamos" de nuestros hijos. Debe escribir Yoani Sánchez que esa tranquilidad y ese amor y esa solidaridad de las escuelas en la isla, la cultivó el gobierno cubano.
Yoani Sánchez olvidó incluso que el gobierno cubano se ocupa de los niños de la isla, desde mucho antes de nacer... y atiende, protege y ayuda a las mujeres embarazadas.
No he leído en el Blog de Yoani Sánchez, que en Estados Unidos, ese país del que dice puede llegar la libertad a Cuba, las armas de fuego en edades de 10 a 19 años, son la segunda causa de muerte, solo superada por accidentes de autos.
Pero el mundo conoce a Yoani Sánchez y no a María Fernanda Martínez... así es la prensa a veces.
Olvidó Yoani Sánchez que cada minuto muere en el mundo un niño por sida, que cada cinco minutos muere un niño por falta de atención médica, que cada ocho segundos muere un niño por agua contaminada, que cada tres segundos muere un niño por hambre y desnutrición, que cada segundo muere un bebé recién nacido por falta de atención médica; y de los sobrevivientes: dos millones de niños mueren por problemas neonatales, 1,6 millones por diarreas y 1,4 millones por neumonías, lo que significa que cada año 11 millones de jóvenes mueren antes de la pubertad.
No sabe Yoani Sánchez que ninguna de estas muertes es cubana.
Ella quiere, desea que la libertad venga de Estados Unidos. Pienso en María Fernanda y en Wendy -mi otra hija-, y en Carla la vecina y en Carlos, y en José, y en todos niños cubanos... y pienso en Dania, la embarazada de la esquina y recuerdo aquello que le hace muy poco: "cada minuto muere una mujer embarazada por falta de atención médica; y cada año 530 000 mujeres embarazadas mueren por desnutrición".
En Cuba ocurre todo lo contrario, pero Yoani Sánchez no lo dice. Ni dice que13 millones de niños mueren en el mundopor falta de incubadoras. Pero la prensa se hace eco de Yoani Sánchez y no de María Fernanda o Wendy o Marta Inés... Así es la prensa a veces.
Es triste pensar, le digo a Yoani, que el 80 % de toda la sangre para las transfusiones que se comercializan en el planeta es vendida por los pobres a diez centavos de dólar el litro. Anualmente se realizan 200 000 trasplantes de riñón, 100 000 de corazón, un millón de córneas, 300 000 médulas, 5 000 hígados, 2 millones de piel y 100 000 de pulmones; cuyos órganos, en un 90%, provienen de los países pobres.
Ninguno de esos riñones, ninguno de esos corazones... son cubanos. Pero Yoani Sánchez quiere la libertad de Estados Unidos, el país que tiene hospitales "gratuitos" en varios países pobres, para comprar esos órganos.
Y no quiero pensar en la prostitución infantil o en el secuestro de niños.
Yoani Sánchez es, sin lugar a dudas, una farsante, un invento de la prensa, un invento de ella misma... Y me avergüenza leer como varios medios en el mundo recogen su labor y olvidan la sonrisa de María, o de Wendy, o de Carlos, o de José... o de cualquier niño cubano que, con la mayor tranquilidad del mundo, camina ahora mismo por las calles de esta isla que al decir del poeta está rodeada de amor por todas partes.
Ángel
María tiene apenas 10 años y, como casi todos los niños de su edad, está en sexto grado. Pienso en mi hija porque en su blog, Yoani Sánchez escribe una y otra vez sobre la violación de los derechos humanos en Cuba. Incluso en una de sus últimas "apariciones" señala que de Estados Unidos -de sus turistas- pueden llegar a Cuba no sólo las bermudas, las cremas solares y los maletines... sino también la libertad. Ni más ni menos: dice Yoanis Sànchez que la libertad puede llegar de Estados Unidos.
Quizás olvidó -o no lo sabe, o no le interesa- que en Estados Unidos muere un niño cada tres horas por heridas de bala. No imagina Yoanis Sánchez con qué tranquilidad los padres cubanos dejamos, cada mañana, a nuestros hijos en la escuela.
Pero el mundo conoce a Yoani Sánchez y no a María Fernanda... y digo María para utilizar un simbolo, porque pueden ser Carlos, Inés, José, Claudia... pueden ser todos los niños de la isla.
No he leído en el blog de Yoanis Sánchez que en Estados Unidos mueren, por heridas de bala, casi tres mil niños al año. Eso significa que fallecen unos 200 niños al mes, más de 55 por semana y aproximadamente 8 niños al día, o sea: un niño cada tres horas. Y Yoani Sànchez sueña con la libertad de Estados Unidos.
La Sánchez no habla de la tranquilidad de los padres cubanos. No dice que vamos a la escuela y que luego, al salir para nuestros trabajos, prácticamente nos "olvidamos" de nuestros hijos. Debe escribir Yoani Sánchez que esa tranquilidad y ese amor y esa solidaridad de las escuelas en la isla, la cultivó el gobierno cubano.
Yoani Sánchez olvidó incluso que el gobierno cubano se ocupa de los niños de la isla, desde mucho antes de nacer... y atiende, protege y ayuda a las mujeres embarazadas.
No he leído en el Blog de Yoani Sánchez, que en Estados Unidos, ese país del que dice puede llegar la libertad a Cuba, las armas de fuego en edades de 10 a 19 años, son la segunda causa de muerte, solo superada por accidentes de autos.
Pero el mundo conoce a Yoani Sánchez y no a María Fernanda Martínez... así es la prensa a veces.
Olvidó Yoani Sánchez que cada minuto muere en el mundo un niño por sida, que cada cinco minutos muere un niño por falta de atención médica, que cada ocho segundos muere un niño por agua contaminada, que cada tres segundos muere un niño por hambre y desnutrición, que cada segundo muere un bebé recién nacido por falta de atención médica; y de los sobrevivientes: dos millones de niños mueren por problemas neonatales, 1,6 millones por diarreas y 1,4 millones por neumonías, lo que significa que cada año 11 millones de jóvenes mueren antes de la pubertad.
No sabe Yoani Sánchez que ninguna de estas muertes es cubana.
Ella quiere, desea que la libertad venga de Estados Unidos. Pienso en María Fernanda y en Wendy -mi otra hija-, y en Carla la vecina y en Carlos, y en José, y en todos niños cubanos... y pienso en Dania, la embarazada de la esquina y recuerdo aquello que le hace muy poco: "cada minuto muere una mujer embarazada por falta de atención médica; y cada año 530 000 mujeres embarazadas mueren por desnutrición".
En Cuba ocurre todo lo contrario, pero Yoani Sánchez no lo dice. Ni dice que13 millones de niños mueren en el mundopor falta de incubadoras. Pero la prensa se hace eco de Yoani Sánchez y no de María Fernanda o Wendy o Marta Inés... Así es la prensa a veces.
Es triste pensar, le digo a Yoani, que el 80 % de toda la sangre para las transfusiones que se comercializan en el planeta es vendida por los pobres a diez centavos de dólar el litro. Anualmente se realizan 200 000 trasplantes de riñón, 100 000 de corazón, un millón de córneas, 300 000 médulas, 5 000 hígados, 2 millones de piel y 100 000 de pulmones; cuyos órganos, en un 90%, provienen de los países pobres.
Ninguno de esos riñones, ninguno de esos corazones... son cubanos. Pero Yoani Sánchez quiere la libertad de Estados Unidos, el país que tiene hospitales "gratuitos" en varios países pobres, para comprar esos órganos.
Y no quiero pensar en la prostitución infantil o en el secuestro de niños.
Yoani Sánchez es, sin lugar a dudas, una farsante, un invento de la prensa, un invento de ella misma... Y me avergüenza leer como varios medios en el mundo recogen su labor y olvidan la sonrisa de María, o de Wendy, o de Carlos, o de José... o de cualquier niño cubano que, con la mayor tranquilidad del mundo, camina ahora mismo por las calles de esta isla que al decir del poeta está rodeada de amor por todas partes.
Ángel
¿Y?
ResponderEliminarNo te entiendo.
¿200 niños muertos por herida de bala al mes en EU?
Hola Armienne. Bueno, este escrito es de un tal Niubó y me pareció interesante, publicarlo. Me parece que destaca la ola de criminalidad que hay en EE.UU. en comparación a otros países del mundo. Como verás, acá en el blog pongo una de cal y otra de arena. Hay que atender con crítica objetiva la situación del mundo en que vivimos. Muy atractivo e interesante tu blog. Hasta pronto Armiene.
ResponderEliminarHacía tiempo no leía el blog. Armienne, ahora mismo -día de Abril de 2012- acaban de morir siete estudiantes en un tiroteo en Oakland, antes había sido en una cafetería de Ohio. Así va el norte. Sigue revuelto y brutal.
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