Jejeje...pero adivinen ¿quién andaba de arrecho queriendo singarse a la pobre vaquita que andaba más seca que una nutria en una charca de la Avenida Nacional? El Vergajín Vergajo. El mismo loco de la iglesia satánica que va rezarle al man de los cuernos, sobretodo los domingos.
El señor Vergajo se dio una encojona'a que se cogió al Toro, digo la cogió contra el toro y hasta lo quería castrar por liso y atrevido. Pero qué va papá. Al Toro lo arrinconaron para ver de qué manera se deshacía de él, porque no le gustaba cómo hacía caca.
Pobre Vergajín, ya que por esa razón andaba triste. Quería mucho a la vaquita porque su fascinación eran esos animalitos así con apariencia escuálida y de aspecto narizón. Vergajo se puso a llorar triste y acongojado. Pobre Vergajo.
Un día, pensando en lo felíz que habría sido con esa vaquita, decidió irse a la Tumba de un Vivo, y lanzarse de un lindo puente. Y lo hizo, pero cayó de culo. Llegaron periodistas de todos lados a ver ese lamentable incidente. Se rieron de su frustrado intento de quitarse la vida por una vaca y más si ésta ha sido sometida a una hierra, pero la hierra de un Toro. Jejeje...
Hoy día el Vergajo goza, porque sigue con su extraño placer de masturbarse con el muerto de la primera página de un periódico local, ya que no pudo conquistar el amor de su querida vaca.
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Bendiciones!