La matadera en Panamá está a la orden del día. ¡Qué diferencia hay en aquellos años 80's con respecto a la situación de violencia que se vive ahora mismo en este país! Todos los días hay dos asesinatos. Solo ayer lunes a las 7 de la noche un hombre se subió a un 'diablo rojo' (bus del transporte público colectivo) y mató a un hombre e hirió a una mujer quien lo acompañaba.
El pasado fin de semana en un área parecida a La Habana Vieja por sus edificio criollos típicos de la colonia española, conocido como el Casco Viejo de la Ciudad de Panamá, se escenificó una balacera donde un turista y un camarero resultaron heridos.
El Casco Antiguo es un área colonial la cual fue rehabilitada hace años para el atractivo turístico. Pero lo que no le dicen a los turistas que esa área es peligrosa. Las pandillas se tomaron ese lugar y la pugna por los territorios se hizo sentir. Bandas rivales se enfrentaron y como siempre, pagan los más inocentes.
Los turistas deberían pensar dónde hacer turismo. En todo el mundo hay problemas de delincuencia, pero hay situaciones que se deben evitar.
En Cuba he estado en lugares hasta altas horas de la madrugada y nunca he tenido problemas. Pero, tras los desastres de los huracanes del 2008, tengo entendido que la delincuencia se disparó en la isla. Pues, no me consta, tendría que preguntarle a un cubano de la isla. Le pediré a mis amigos Reinaldo y a Alejandro que por favor me digan cuál es la situación en ese sentido.
Ni hablar de Costa Rica. Hemos sido advertidos de que es imposible caminar por San José durante la noche. Los chapulines abundan. ¿Qué es eso? Son delincuentes armados con cuchillos.
En Panamá los 80's resultaban peligrosos, pero ahora las cosas se han puesto peores. Los gobiernos con sus slogan de más seguridad nunca lograron nada. Los maleantes dominan a la Policía. Hay quienes aseguran que dentro de la Policía existe una mafia enquistada. De nadie se puede confiar.
Ahora se tiene que ser más selectivo a la hora de escoger a las amistades, las cuales surgen por razones profesionales o porque a través del tiempo las personas han demostrado cierta fidelidad en tiempos buenos como en tiempos malos.
Es penoso decirlo pero no cabe duda que factores exógenos, como por ejemplo, la entrada de colombiamos y mexicanos a Panamá ha recrudecido la ola delicuencial, ya que en esos países se generan los carteles de las drogas. La cocaína está causando estragos y quienes la han consumido, tiene evidentes secuelas que alcanzan a los hijos. Una mujer cocainómana de tener un hijo o hija, ésta pudiera recibir parte de la sustancia nociva que la convertiría en un ser enfermiso con carácterísticas asmática. Pero de eso, de las drogas que afectan a la población panameña nos referiremos en uno de esos crudos capítulos de 'Cuento desde la Cripta'.
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