martes, 2 de junio de 2009
Para reflexionar
La palabra de Jesús era a veces alegórica y en forma de parábolas, porque hablaba con arreglo a los tiempos y lugares. Ahora es necesario que la verdad sea inteligible para todo el mundo. Es preciso explicar bien y desarrollar esas leyes, puesto que hay tan poca gente que las comprende y menos aún que las practica. Nuestra misión es la de impresionar los ojos y los oídos para confundir a los orgullosos y desenmascarar a los hipócritas: los que toman las apariencias de la virtud y de la religión para ocultar sus torpezas. La enseñanza de los Espíritus debe ser clara e inequívoca, a fin de que nadie pueda pretextar ignorancia y que cada uno pueda juzgarla y apreciarla con su razón. Estamos encargados de preparar el reino del bien anunciado por Jesús; por esto, no es preciso que cada uno interprete la ley de Dios al capricho de sus pasiones, ni falsee el sentido de una ley que es todo amor y caridad....
Un ente superior
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