Pensar en Dios y creer en él. Ser una excelente persona, sino el mejor. Ayudar en lo que puedas. No murmurar ante las adversidades. Aunque reconozco que esa parte es difícil, nos volvemos algo pesimistas. Pero no hay que desfallecer. La vida es un montón de pruebas para la superación y suelen ser tan dolorosas que por ello no habrìa que dejar de creer. Todos tus seres queridos aunque no se encuentran fìsicamente con nosotros, están con sus espíritus. Nos protegen si oramos y pedimos con fe. Sin fe no hay nada. Tampoco hay nada si teniendo fe eres un hijo de puta mierdero que te andas metiendo con los demás. Miras a cuántos has jodido con tu actitud. Imaginate el merecido que tendrás por haberte metido con personas pensantes que a pesar de su condición de ignorantes, poseen aún la inocencia de un niño que bien puede aprender y ser un maestro. Haz hecho daño, tendrás que pagar.
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Bendiciones!