Rogelio A. Córdova
Pasaron los carnavales sin pena ni gloria. Fueron 28 los muertos que cobró La Pelona en estos cuatro días y que seguro dejaron luto y dolor en algunos lugares.
Los carnavales tienen su gente. Un ser normal no va a ningún carnaval, salvo que se vaya a un lugar sano, netamente folclórico en la campiña interiorana, alejado de los malandros de la ciudad capital o sino, irse a una playa solitaria o alguna montaña o pueblito como El Valle de Antón.
¿Qué pienso de los carnavales? Estas fiestas carnestoléndas por los niveles de delincuencia que azota al país deberían eliminarse.
No creo que el hecho de no celebrarse se estaría violando los derechos humanos. ¿Querés saltar y emborracharte? Ok. Salta en el patio de tu casa y tómate un medio galón de Seco Herrerano.
miércoles, 25 de febrero de 2009
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Bendiciones!