Poco antes de las 10.00 hora local (15.00 GMT) el cazasubmarinos "Almirante Chabanenko", la nave que encabeza la flotilla, puso fin a años de ausencia de las naves del país que durante décadas y bajo la denominación de URSS sirvió de principal aliado económico y político de la isla.
"Pasaban por aquí todo el tiempo, yo recuerdo que hasta submarinos, muchos submarinos entraban por aquí", explicó hoy a Efe "El chino", uno de los pescadores que diariamente ven pasar el tráfico marino del puerto mientras esperan a que sus anzuelos hagan blanco en las grasas aguas de la bahía.
Ya sin la hoz y el martillo, y con el águila imperial en la popa, el regreso de los barcos rusos a uno de los escenarios por excelencia de la guerra fría, a apenas 160 kilómetros de Estados Unidos, se produce en momentos en que La Habana y Moscú dan un fuerte impulso a sus relaciones.
El ingreso en el puerto cubano del "Almirante Chabanenko" se hizo por todo lo alto, con salvas de los cañones del buque y de la artillería cubana, apostada en la Fortaleza de la Cabaña, en señal de saludo.
En la orilla, uno de los pescadores más veteranos, sin dar el nombre, celebró la vuelta de los rusos afirmando que "lo que hace falta es que vengan más, y que traigan carne rusa enlatada, como en los años 60".
El atraque en el muelle de la capital cubana del cazasubmarinos tuvo lugar al ritmo de música militar ejecutada por la Banda de la Marina de Guerra cubana, y posteriormente hicieron su entrada las otras dos naves rusas de apoyo, el "Iván Bubnov" y el "SB-406", de las flotas del Mar Negro y del Norte.
Al frente de la expedición marítima rusa arribó el vicealmirante Vladimir Korolov, comandante de la Armada Norte de su país y quien a su llegada afirmó: "Esta visita es un hecho histórico, es una visita de amistad y respeto al pueblo cubano", informaron medios cubanos.
Agregó "que el objetivo esencial es el fortalecimiento de las relaciones entre su institución y la Marina de Guerra Revolucionaria".
La llegada de los navíos tiene lugar, además, menos de un mes después de que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, realizara la primera visita oficial a La Habana de un jefe de Estado de Rusia desde el viaje de Vladimir Putin en 2000 y en momentos en que las relaciones con EE.UU. no pasan por su mejor etapa.
A pesar de ello, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Robert Wood, afirmó esta semana que Estados Unidos no tiene "ningún problema fundamental" con el hecho de que Rusia tenga relaciones militares con Cuba o el resto de Latinoamérica.
Korolov se suma a otros oficiales de alto rango rusos que en los últimos meses han visitado La Habana, entre ellos el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, general Nikolai Patrushev, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa Aérea del Ejército de Tierra ruso, teniente general Alexandr Máslov.
A diferencia de lo ocurrido en Venezuela, donde el buque tomó parte en las maniobras conjuntas "Venrus 2008" el pasado 1 de diciembre, el "Almirante Chabanenko" permanecerá atracado hasta el próximo día 23 y abrirá mañana, sábado, sus escotillas al público para que visiten su interior.
Como parte de la agenda oficial, Korolov y el jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria, vicealmirante Pedro Pérez Betancourt, encabezaron hoy un almuerzo informal, y en los próximos días las tripulaciones rusas visitarán la sede del Parlamento cubano y la Academia Naval "Granma", entre otras actividades.
Pero los marinos rusos también son esperados en la calle, donde parece que ahora tienen mejor acogida entre los cubanos que años atrás.
"Este es el mejor turismo que está entrando, los rusos. Pagan bien; ahora, hagas lo que hagas, no dejan propina", dijo a Efe Ángel, un cochero de caballos del casco histórico de La Habana. EFE
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