
El asunto es que
tengo un puesto estable en el Gobierno y trabajo en un diario local de Panamá. Las envidias por esta situación no se hicieron esperar. Conforme me estuve relacionando e interactuando con los compañeros del gobierno, poco a poco y a través de algunos años, supieron comprender el asunto, el sacrificio que uno hace. Y la tranquilidad y estabilidad emocional cuando sólo se trabaja 8 horas y duermes 8 horas durante la noche para levantarte con brio al otro día. La pereza, el cansancio y el mal humor, no sería excusa para la mediocridad ni el desgano.

Por supuesto que este no es mi caso. De ninguna manera me considero mediocre y desganado, porque sino, hace rato me hubieran echado de patadas a la calle.

Por otro lado, en el sector privado donde aún estoy, las cosas son radicalmente diferentes. El ambiente es extremadamente pesado. Todos son de cuidado. Es necesario un sacudón. Hay situaciones; muchos se lanzaron al mar, como los peces, y en los ojos de algunos compañeros, creyentes, rodaron 'lágrimas negras.'
De todas formas, esto ha sido una experiencia gratificante. Y una advertencia nada más. Tengo la experiencia, la capacidad de maniobra ante las adversidades. Valgo más por viejo, que por sabio. Aunque no me considero como

Ese vídeo me cae focop.
ResponderEliminarjódete
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