El jefe de una empresa convoca a sus trabajadores a una reunión para pedirles; en cambio, el LÍDER los convoca para ofrecerles. Tanto va el agua al cántaro que termina por romperse.
Los dueños de empresas confían ciegamente de las recomendaciones, mal fundamentadas de supuestos amigos, pero obvian la parte fundamental a la hora de contratar un personal. Investigar. Yo fuera dueño de empresa investigaría hasta la familia, dónde viven, antecedentes siquiátricos, cartas de recomendaciones, entre otras aristas. Siempre, no sé por qué razón ha existido jefes con aberraciones sexuales, depravados sexuales, asesinos y con perturbaciones sicológicas.
Una vez llegué a asumir un determinado cargo, pero sólo fue porque había que hacer un balance entre la 'ñamería' y la cordura. El cuerdo era yo por supuesto. Así que señores empresarios investiguen bien a la hora de darle toda la confianza a un supuesto subalterno. Uno así sabría por dónde viene la tabla que tanto malea a las personas.
Así de simple he intentado buscar una definición acertada acerca de los jefes. Jefes los hay con diversos carácteres. Jefes chupamedias a no más poder. Recuerdo a uno cuando comencé a trabajar en un almacén a mediados de la década de los 80's. Al inicio de los 90's comencé a ejercer el periodismo, tras haberlo estudiado en Cuba. Recuerdo a los jefes maestros, pero otros abusaban de sus puestos, porque te pedían investigaciones fuertes, para al final ellos mismos robarse el show. Tu no podías protestarle nada al respecto.
Recursos Humanos debiera investigar a quiénes colocan de jefes, porque un jefe con problemas de carácter sicológico busca gente de confianza bajo su propio perfil: qué tengan el mismo problema o peor y que padezca seriamente de alguno. Por lo general son personas que sienten una animadversión de su propio entorno familiar. Es decir, busca cualquier pretexto para salir de casa para encerrarse en una oficina determinada que el mismo jefatura.
Los dueños de empresas confían ciegamente de las recomendaciones, mal fundamentadas de supuestos amigos, pero obvian la parte fundamental a la hora de contratar un personal. Investigar. Yo fuera dueño de empresa investigaría hasta la familia, dónde viven, antecedentes siquiátricos, cartas de recomendaciones, entre otras aristas. Siempre, no sé por qué razón ha existido jefes con aberraciones sexuales, depravados sexuales, asesinos y con perturbaciones sicológicas.
Una vez llegué a asumir un determinado cargo, pero sólo fue porque había que hacer un balance entre la 'ñamería' y la cordura. El cuerdo era yo por supuesto. Así que señores empresarios investiguen bien a la hora de darle toda la confianza a un supuesto subalterno. Uno así sabría por dónde viene la tabla que tanto malea a las personas.
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