Hoy es Día de San Lázaro, el hombre harapiento y enfermo, con llagas en su piel y acompañado por perros que lamen sus heridas, es aquél que Dios había resucitado, de acuerdo al pasaje bíblico. Hoy Milagroso.
En la religión Yoruaba es Babalú Ayé, En
la santería sincretiza con San Lázaro. En los cultos afrobrasileros se equivale
con Omolú. Es un Orisha muertero, extremadamete poderoso y temido. Orisha de la
lepra, viruela, las enfermedades venéreas y en general de las pestes y miseria.
Uno de los milagros jamás esperados, fue aquél 17 de diciembre de 2014, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba luego de 53 años de ruptura, entonces, podemos decir que por la fe: Sirvió.
En lo católico, aquí la leyenda:
La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro o del hombre
rico y del mendigo Lázaro, es una parábola de Jesús de Nazaret que se encuentra
en el Nuevo Testamento (Evangelio de Lucas, capítulo 16, versículos 19 al 31).
Relata la historia de dos hombres y el destino final de cada uno de ellos: el
pobre Lázaro llega a la gloria del cielo y el rico epulón es condenado al
infierno. Es la única de las parábolas que contiene un nombre propio: el del
pobre Lázaro. La condición de leproso del pobre Lázaro hizo que se convirtiera
en el santo patrón de la lepra. En iconografía, la representación de perros
lamiéndole las llagas le hacen similar a San Roque, santo patrón de la peste,
con el que no tiene nada que ver.
El relato del episodio de la parábola del rico epulón y el
pobre Lázaro aparece así en el texto evangélico: Había un hombre rico, que se
vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez.
Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de
aquel, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa
del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. En el
Hades alzó sus ojos, estando en tormentos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro
en su seno. Entonces, gritando, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí y
envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua,
porque estoy atormentado en esta llama.
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate de que recibiste tus
bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora este es consolado aquí, y tú
atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros,
de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá
pasar acá.
Oración a San Lázaro
Glorioso San Lázaro,
amigo y fiel seguidor
de Jesucristo,
hermano y protector
de los que sufren,
tú que conociste el dolor de la enfermedad,
que la padeciste y sufriste,
y por el gran poder de Jesucristo
milagrosamente
regresaste a la vida en Betania,
acoge benigno
nuestras súplicas,
ahora que imploramos
tu ayuda
en estos momentos de
angustia y necesidad.
Ruega al Padre Eterno
para que tengamos una
confianza serena y segura
en el poder infinito
de Jesús nuestro Señor.
San Lázaro glorioso patrón de los pobres,
resucitado por el
divino poder de Jesucristo,
te rogamos por el
triste momento de tu agonía,
y por la infinita
alegría que experimentaste
cuando Jesús con
aquellas dulces palabras
te mandó salir del
sepulcro,
que intercedas con el
Divino Maestro
para que por tu
mediación nos conceda lo que,
confiados, con fe y
esperanza suplicamos:
(Aquí se hace la petición)
San Lázaro bendito,
ruega en nuestro nombre
para que seamos con favorecidos
con lo que humildemente solicitamos,
no dejes que la desesperación y el agobio
se instalen en nuestro corazón por más tiempo.
Solicítale también que nos de su protección,
que no nos abandone en nuestras aflicciones.
Que Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
nos bendiga, preserve y guarde,
que el Dios todo bondad y misericordia
nos conceda su favor y nos llene
de toda bendición espiritual y gracia.
Así sea.
Se reza el Credo,
Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
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