Rogelio Córdova
Cielo azul y sol ardiente. Tiempos aquellos de estudiantes, en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Por allá en 1987 u 1988 cuando la brisa se sentía más cálida y la luna brillaba más.
Cielo azul y sol ardiente. Tiempos aquellos de estudiantes, en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Por allá en 1987 u 1988 cuando la brisa se sentía más cálida y la luna brillaba más.
Como dice nuestro compañero José Miguel Ávila: 'éramos soñadores', pero amigo mío, estoy convencido de que aun seguimos soñando por aquellas cosas bonitas que han perdurado y perdurarán por el resto de nuestras vidas.
Recordamos a los profesores, todos buenos, exigentes en sus clases de historia, filosofía, literatura y otras asignaturas que se me escapan de la mente. Cada aula, cada pasillo, cada edificio y la sección llamada pollera, quedaron plasmados en nuestras memorias, en nuestras almas. Nunca entendí por qué le decían la pollera. ¿será porque parecia corral de gallina o algo así? Hemos pasado vicisitudes en los estudios, en nuestras vidas sentimentales, enredos con las chicas y cualquier sinsabores en el comedor de la beca. Nunca olvidaré ese olor a 'jaiba' que llegaba hasta las aulas de clase...chuleta, cojia roña porque no era mi plato favorito, sino el fricasé de pollo. Me decía: 'oñoo...huele a jaiba, están cocinando jaiba...oh no!'
Años después muchos de nuestros compañeros, de otras aulas de clase, saltaron el charco a 90 millas de La Habana, otros quedaron en la Isla para continuar con la obra de crear al hombre nuevo, una sociedad justa a pesar de las críticas. Las personas en la foto permanecen en la Isla, a excepción de Noel. Cuba se constituye un faro, un ejemplo digno para otras naciones que se jactan de ser perfectas. Próximamente en agosto, habrá una fiesta en Santiago para celebrar los 20 años de graduación. Espero estar ahí aunque sea en espíritu, festejando con mis compañeros de aula y recordando aquellos años, nuestros años felices..!
Me ha gustado mucho la foto y el texto. Los recuerdos buenos siempre deben ser recordados,
ResponderEliminarUn abrazo,
El tiempo, implacable enemigo que busca robarnos nuestros tesoros guardados dentro de la mente y el corazón. Al final, estándo viejos, echaremos un vistazo atrás y seguro que será para reirnos. Porque tenemos algo de juventud vemos las cosas difíciles, duras, de nervios, pero todo en conclusión, será parte de una lección, donde alguna veces reiremos y en otras lloraremos. Fueron mis mejores cinco años como estudiante en Santiago. Le doy gracias a Dios, por haberme regalado esos cinco años, los mejores, excelentes, donde mi alma se regocijaba al subir los escalones, al visitar cada aula de clase, al subir a nuestras habitaciones, al compartir con aquellos amigos que dejamos atrás, en fin, son tantas cosas. Gracias por tus comentarios.
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