Hoy me paré de la cama, aturdido como todos los días, iendo a la ducha andando como si tuviera 80 años, lentamente, como si estuviera oxidado. Abro la llave de la regadera, cae el agua friamente sobre mi cabeza, pecho y espalda.
Salgo y aún sigo andando como si fuera la momia de Tutankamon. Luego la cabeza se me revuelve y me pongo tenso, una mezcla de adrenalina y rabia me invade y las ideas locas de lo que pudiera hacer o pasar se me estrellan contra mi mente. Algo toma posesión de mí y recorro casi 20 kilómetro de autopista, al que le llaman Corredor Sur, pero más que corredor, diría el Aguantador Sur por la cantidad de carros de mierdas que no se aguantan. Hay igual cantidad de carro como igual cantidad de gente. Todo es una mierda. Llego al trabajo y encuentro que es una mierda, voy al otro trabajo y es la misma mierda. Tal vez sea porque hoy es un día de mierda. Adiós...
Salgo y aún sigo andando como si fuera la momia de Tutankamon. Luego la cabeza se me revuelve y me pongo tenso, una mezcla de adrenalina y rabia me invade y las ideas locas de lo que pudiera hacer o pasar se me estrellan contra mi mente. Algo toma posesión de mí y recorro casi 20 kilómetro de autopista, al que le llaman Corredor Sur, pero más que corredor, diría el Aguantador Sur por la cantidad de carros de mierdas que no se aguantan. Hay igual cantidad de carro como igual cantidad de gente. Todo es una mierda. Llego al trabajo y encuentro que es una mierda, voy al otro trabajo y es la misma mierda. Tal vez sea porque hoy es un día de mierda. Adiós...
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