Rogelio A. Córdova
Una tarde asoleada pero con nubes oscuras, una brisa suave caracterizaba ese momento. Era yo un niño y mientras recibía clases de la maestra de primaria se me apareció una 'Mantis' pequeñita en la misma banca, lo que atrajo poderosamente mi atención, porque parecía un ser de otro mundo, de otro universo. Este pequeño insecto se paseaba cautelosamente como si nada de un lado a otro en mi banca escolar y poco a poco toda la clase que impartía la maestra se me fue diluyendo lentamente hasta llegar a un silencio total. Extrañamente quedamos solos la 'Mantis' y yo. Tomé un lápiz e hice que 'el bichito' verde se posara en el extremo de éste, en la parte del borrador específicamente y elevaba el lápiz a la altura de mi cara para observarla con detalle, su forma y su faz. Una cabeza como de corazón y dos enormes ojos. Hacían señas con sus patas delanteras como queriéndome decir algo. Yo la observaba y veía cómo inclinaba suavemente su cabeza hacia un lado, mientras que yo hacía lo mismo. Luego la 'Mantis' hacia otro giro muy sigilosamente a la inversa, y yo la seguía con su lento movimiento. Daba la impresión de ser un perro cuando mira al amo como queriendo adivinar qué va a hacer, pero no, era un extraño insecto que vino a interrumpir mi clase. En eso nos pasamos el bicho y yo por un buen rato, mientras que la maestra parecía un fantasma del más allá tratandose de comunicar con el más acá. De pronto, la 'Mantiz' y yo quedamos como hipnotizados. Nuestras vistas se clavaron y zassss..! el bicho me saltó a la cara y yo desperté de aquél trance y lanzé mi lápiz al piso. ¿Córdova que le pasa? -pregutó la maestra. 'Nada, se me cayó el lápiz- dije. Mientras volví a 'la real vida' miraba por alrededor de la banca para encontrar al bichito y procurar no pisarlo, pero no hallé nada. Se fué y tal vez dejándome un mensaje que pudiera ser el siguiente: '¿qué haces tú en mi mundo?' y yo ¿qué carajos haces tú en el mío?
Una tarde asoleada pero con nubes oscuras, una brisa suave caracterizaba ese momento. Era yo un niño y mientras recibía clases de la maestra de primaria se me apareció una 'Mantis' pequeñita en la misma banca, lo que atrajo poderosamente mi atención, porque parecía un ser de otro mundo, de otro universo. Este pequeño insecto se paseaba cautelosamente como si nada de un lado a otro en mi banca escolar y poco a poco toda la clase que impartía la maestra se me fue diluyendo lentamente hasta llegar a un silencio total. Extrañamente quedamos solos la 'Mantis' y yo. Tomé un lápiz e hice que 'el bichito' verde se posara en el extremo de éste, en la parte del borrador específicamente y elevaba el lápiz a la altura de mi cara para observarla con detalle, su forma y su faz. Una cabeza como de corazón y dos enormes ojos. Hacían señas con sus patas delanteras como queriéndome decir algo. Yo la observaba y veía cómo inclinaba suavemente su cabeza hacia un lado, mientras que yo hacía lo mismo. Luego la 'Mantis' hacia otro giro muy sigilosamente a la inversa, y yo la seguía con su lento movimiento. Daba la impresión de ser un perro cuando mira al amo como queriendo adivinar qué va a hacer, pero no, era un extraño insecto que vino a interrumpir mi clase. En eso nos pasamos el bicho y yo por un buen rato, mientras que la maestra parecía un fantasma del más allá tratandose de comunicar con el más acá. De pronto, la 'Mantiz' y yo quedamos como hipnotizados. Nuestras vistas se clavaron y zassss..! el bicho me saltó a la cara y yo desperté de aquél trance y lanzé mi lápiz al piso. ¿Córdova que le pasa? -pregutó la maestra. 'Nada, se me cayó el lápiz- dije. Mientras volví a 'la real vida' miraba por alrededor de la banca para encontrar al bichito y procurar no pisarlo, pero no hallé nada. Se fué y tal vez dejándome un mensaje que pudiera ser el siguiente: '¿qué haces tú en mi mundo?' y yo ¿qué carajos haces tú en el mío?
Hola Rogelio,
ResponderEliminarLa Mantis religiosa y lo que en Cuba llamamos Esperanza son las mismas??? Quizàs deba profundizar, pero estoy tan contenta de que Alejandro Castañeda me haya dado el nombre de tu blog que dejaré esta cuestiòn cientìfica para màs tarde.
Creo que no tenìa noticias tuyas desde hace 16 años, cuando terminamos la carrera en el 92 yo estaba en una onda de rebeldìa juvenil, sin causa ni objetivo, que ni fui al acto de graduaciòn. Quizàs fue pura cobardìa, pues nunca he soportado decir adios, y sabìa que allì despedirìa, quizàs para siempre, a aquellos con quienes habìa vivido tantos años de experiencias inolvidables. Esto me impidiò anotar direcciones y telèfonos. Tienes contacto con ellos? Yo solo sè de los santiagueros y de Rubén.
Quisiera saber màs de ti, si te interesa te enviaré mi correo electrònico.
Me gustò mucho tu blog, ya comentaré màs adelante.
Un abrazo,
Kenia (aùn me recuerdas???)
Hola kenia, qué alegría, recuerdo tu delgadez y tu rostro fino, así como tu piel morena. Sorpresa de saber de ti, espero volverte a ver, a tí, a Alejandro, a todos los compañeros. Si Dios quiere, iré a Cuba pronto. Creo que Alejandro me ofreció hospedaje en su casa. Espero no ser problema por allá, y para cuando esté en Santiago, ojalá pudiera llevarlos conmigo para ir a todas partes me agradería recorrer. Playa Caletón, Siboney, la bahia santiaguera, el Morro, la beca por supuesto. Recordar y llorar por el pasado que nunca vendrá, y por aquellos que ya no estarán con nosotros, como el caso de Barquinero Alberto. En fin....por lo menos sentir el sol y el calor de Santiago....GRACIAS A USTEDES, GRACIAS A CUBA, SOBRE TODO GRACIAS SANTIAGO....
ResponderEliminarTuve un encuentro similar días atras
ResponderEliminarMe paso algo similar... La filme y saqué fotos de la mantis religiosa
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