La vida es una sola y va pasando muy rápido. Tememos a lo desconocido, da miedo vislumbrar cuál será nuestro futuro, las últimas semanas o meses antes que desaparezcamos físicamente de este plano. Si estaremos solos cuando llegue la hora, si estaremos rodeados de familiares, más creo que no, otros tienen la oportunidad de ser asistidos por sus seres queridos, pues, por circunstancias de la vida, les ha tocado vivir en casa donde conviven familiares. Siempre hay música o un televisor encendido, alguien con quien hablar. Para aquellos que afrontamos unos años al llegar al medio siglo, vivimos pero sí pensando en que hay un mañana incierto, y si no lo hay, gracias Dios. De todas maneras se es agradecido por lo que tienes: salud, un techo, alimentos, ropa y trabajo. Hoy día las cosas son difíciles, no hay amor, y hay ese afecto de amor, algo no los quiere quitar. Hay una mujer muy buena, pero sin desearlo ha hecho daño, pero hay otras que se ofrecen por dinero, más no por amor, no es que uno ande en los bajos estratos sociales, sino que en las altas esferas, donde el mundo es de colores y vivencias alucinógenas hay entrega del placer de todo tipo. A diario nosotros los mortales vivimos pensando en Dios, los Santos, la magia que nos acompaña a diario, los fantasmas de aquellos que se han ido, los recuerdos de lo bueno que hemos vivido y de algunas malas vivencias casi nula, eso es fácil de deshacerse. Con respecto a quienes nos rodean, es difícil meter los puños y patadas, eso hay que hacerlo, mucha gente que busca hacerle daño al prójimo, no se ven así mismo, que son lacras, enfermos, problemáticos, gente tóxica. Los salmos son nuestras armas para el bregar diario, Dios siempre en la mente. ¿Qué es Dios? es energía mijo, fuerza, energía invisible, ondas vibratorias que vienen del universo, el cosmos. Hay poder en cada vibraciones, en cada pensamiento, en cada palabra, en cada acto en que nos manifestemos. Hagamos el bien y nos irá bien. Sí estaremos solo o no, ya que importa. Podremos ver, descansar, paz. Luz habrá.
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Bendiciones!