jueves, 26 de diciembre de 2013
Triste viajar sin ti
Caminé y caminé. Veía calles, esquinas, edificios tipo colonial, percibí cuántos olores en el aire, olía a calle mojada, tierra húmeda, carbón, leña, ron, licor, perfume de mujer, plantas ornamentales, petróleo y de lejos y de manera esporádica se hacía escuchar desde alguna casa una radio con música salsa, la programación del momento de un canal de televisión, una novela tal vez, o el inicio del noticiero del lugar.
Voy despacio algo cansado, sin una mano amiga, muy triste, con sed y hambre, pensando en volver a mi terruño. Luego llegó a lo que parece ser un parque, veo como la noche se apodera del día, cae el crepúsculo con su danza de colores rojizos, azul, naranja, gris y negro. Y pienso en ti que estás sola en nuestra casa.
Cómo te extraño amor, no sé por qué no fuiste conmigo a andar por estos raros y extraños parajes. No siento ganas de nada, solo de volver y estar en casa contigo viendo la tele, escuchando música, ir al súper, a los Malls, a pasear, hacer ejercicios, jugar con los minurris, te amo y te extraño.
Coño que vaina, me despierto y te veo a mi lado. Sólo fue un sueño, un sueño en que me iba solo a pasear a otras tierras. Mi Eleguá me dice que no me vaya solo, que vaya contigo a dar ese paseo para que veas cosas hermosas y aprendas de otras culturas. La abracé y nos levantamos para prepararnos un rico desayuno y pensar en cómo será ese viaje imaginario que se hará real.
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Bendiciones!