Llegué como luz que atraviesa la sombra en medio del calor que el sol proporcionaba a nuestro entorno. Traje unas 'Presidente' bien frías. Te dije ponlas en la refri. Estabas tan sencilla en tu morada que percibía la feromona en el ambiente y fue cuando te llevé a tu aposento a transformarnos en seres irracionables, un desenfreno salvaje y arrollador cubrió nuestros cuerpos. Fué algo tan especial que sólo una lata sirvió de recuerdo para que no olvidara ese momento fugaz ese día de San Valentín.
Recuerda que el mundo no se rige ni por el negro ni por el blanco. Sólo matices de colores como el arcoiris, donde cada color hace su parte, su historia, su encanto y combinados forman el arte, el de amar y el de crecer como debe ser. De una forma sencilla sin tantos ruidos. Sólo basta un silencio encantador para continuar contemplando aquello que quedó en el cuarto: un 'Presidente' y nada más.
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Simplemente hermoso.
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