jueves, 23 de octubre de 2008
Y quién no. Es la víspera de un descanso merecido luego de 6 días de arduo trabajo. Uno se desliga del trabajo, de los buenos compañeros, si acaso, podrías invitarlos a un pequeño convivio, pero lo fundamental es desligarse de los seres perversos que pululan alrededor nuestro. Sí de esos hijueputas que nos rodean y hacen ver que son buenas personas y al mismo tiempo se creen lo mejor de lo mejor. Se les suben el puesto a la cabeza. Andan frustrados y buscan cómo joder a las personas buenas. Les invito a leer en 'Cuentos desde la Cripta', 'Historia de un Batey' donde los esclavos no les queda otra que resistir, resistir y resistir. !Coño, pero hasta cuándo?
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Bendiciones!