Todos los años entre mayo y julio se da este fenómeno que proviene del Sahara, el polvo del desierto que viaja seis mil kilómetros desde África.
Todos los años el fenómeno se da, pero como hay cuarentena, desempleados a montón, el ocio da por mirar la naturaleza en todo su esplendor. |
Me causa gracia tanta publicidad, como para entretener, puesto que es algo que ha estado sucediendo cientos de años.
La gente a través de las redes toma fotos de lo que parece neblina, pero a decir verdad, la diferencia se hace notar.
El polvo del Sahara contribuye a la fertilización de los bosques, nutrir mares, y es parte del ciclo vital de la tierra y por supuesto la vida.
Claro que ocasiona afectaciones en la salud para los asmáticos y otras personas que padecen dificultades respiratorias.
La concentración del polvo del Sahara está en el rango de entre 30 a 50 microgramos por metro cúbico, casi nada en comparación al tamaño del polvo que hay en nuestros hogares
Esta cantidad entre 30 a 50 microgramos es un número muy elevado y comparable al de las grandes ciudades con su contaminación ambiental.
Conclusión, el polvo del Sahara es algo normal y lo veremos el próximo años y así sucesivamente, nada anormal. Dejen el miedo.
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