Cuba: un pueblo resignado

Por Elaine Sánchez

La mañana fría augura la llegada del invierno aquí al sur de la Florida y con ella llegan los días lúgubres, tristes y lacerantes de infinita nostalgia de lo que un día dejamos atrás: nuestra añorada Cuba, paraíso terrenal.

Allí dejamos a nuestras madres, hermanos, amigos, nuestras costumbres, nuestros contagiosos bailes, en fin, nuestro entorno.

Unos dicen que por el sueño americano, pero la realidad es otra.

Pero añoro el invierno y en Cuba hasta la madre natura conspira contra nosotros.

Hace muchos años esta etapa del clima nos abandonó; en otros años esperábamos el invierno para hacer gala de abrigos, sobretodos y bleisers que tan elegantes nos hacían lucir, pero todo eso se perdió como tantas cosas en 

Cuba, pues nuestro clima nos obliga a acudir a disímiles y hasta extravagantes modas. Preferimos los atuendos deportivos y semidesnudos, pues el calor se impone.

No sé nada de estadísticas, porque soy enfermera de vocación, sin embargo, me atrevería a asegurar que el 60% de la población cubana es inmigrante o exiliados, tomando en cuenta que en cada rincón del mundo hay un hermano que sin pensarlo dos veces ha dejado atrás todo lo que yo sólo por darle una mejor vida a sus hijos, al menos una vida digna, aunque nos cueste sacrificios.

Pánfilo pidiendo 'Jama' 'Jama' , pues comida coño pa' el que no entiende

Trabajamos como negros, como esclavo, pero se hace notable la diferencia.

En mi país éramos también esclavos y no podíamos aspirar a una laptop, ni un equipo de Cds de buena marca y mucho menos a las redes sociales, ¿o no exagero? Los que están en el poder, los traficantes de drogas, los que trabajan directo a la producción y pueden robar, el que pagó miles de pesos por una plaza de jefe, una prostituta(o)que busca a un yuma, el que recibe remesa familiar, esos son los aspirantes a esas cosas que aunque no son imprescindibles no dejan de ser importantes.

Todo eso es un grupo ínfimo de la población, el resto se sacrifica por un mísero salario. Tenemos dos opciones: te vistes o comes (tenemos libre albedrío).

Algunos hablan despectivamente de mi país, de mis líderes y eso es bien feo. No me refiero a los Castro con rencores, para mí sólo son seres poseídos por el mismísimo Satanás y bendecidos por el infinito amor de Dios.

Han logrado sumir a mi pueblo de forma inexplicable para muchos ungidos en la materia.

Un amigo me hace la misma pregunta que da la vuelta al mundo ¿por qué no se hace nada como en otros países? Le respondo: pues ellos (los Castro) tienen el control de todo, el ejército está en su poder, el pueblo está desarmado y desinformado, la policía como órgano o cuerpo represivo, todos corruptos, pues sus salarios son bajos, abusan del poder sometiendo al pueblo, dan golpes e incomunican a los reos para que pasen desapercibidos, no tenemos derecho a escoger a nuestros líderes, decidir libremente, no hay derecho al voto, simplemente “NO HAY DEMOCRACIA”, y mucho menos libertad de expresión, otro vejamen o violación de los derechos humanos.

Estas preguntas sin respuestas son el eslabón perdido de la cadena de un pueblo que irreversiblemente también está perdido.

Entonces mi amigo te digo a ti que como infinidad de extranjeros, sólo conocen la fachada y creen que los cubanos aman a la revolución, allí nadie tiene conceptos revolucionarios, nadie puede sentir amor por quien te explota, te mancilla, se han perdido los valores morales de quienes dirigen y por ende de sus seguidores, como tampoco somos dignos de la LIBERTAD, pues no la hemos sabido conquistar.

Cómo me gustaría hacer ver al mundo la realidad, hacer entender a todos la verdadera realidad cubana y el envidiable grado de resignación de la que goza el cubano, por supuesto un sentimiento impuesto.